El aire comprimido contiene aceite, partículas sólidas y vapores de agua. Es el resultado inherente del proceso de compresión, mediante el que se concentran el vapor de agua presente de forma natural y las partículas del aire que nos rodea. Este aire comprimido sin tratar supone un riesgo considerable tanto para el sistema de aire como para los productos finales. Su contenido de humedad propio basta para oxidar los tubos, provocar averías prematuras de los equipos neumáticos, deteriorar los productos y mucho más. Por lo tanto, un secador de aire es fundamental para proteger los sistemas y procesos.
¿Por qué secar el aire comprimido?
Protección fiable del sistema
Dado que el aire comprimido seco y limpio es crucial para el sector del PET, debe producirse de forma fiable, eficiente en términos energéticos y rentable. Nuestros secadores frigoríficos compactos protegen sus sistemas y procesos. Su robusto diseño, combinado con un mantenimiento sencillo, garantiza la máxima fiabilidad y permite suministrar la calidad deseada del aire.