Refrigeración inteligente

Los refrigeradores TDV adaptan dinámicamente su capacidad de refrigeración en función de la temperatura ambiente del aire circundante. Al ajustar el funcionamiento de forma inteligente, los TDV optimizan el rendimiento al tiempo que minimizan los costes operativos. Veamos cómo estos refrigeradores adaptables mejoran la eficiencia en diversos entornos.

Protección del medioambiente y ahorro de energía

Los fabricantes de equipos de refrigeración se centran cada vez más en reducir el consumo de energía y minimizar las emisiones de CO₂. Nuestra empresa aborda este desafío con su línea de productos TDV, que combina el ahorro de energía de los refrigeradores de fluido seco con la eficiencia térmica de los sistemas adiabáticos. Los sistemas TDV son adecuados para enfriar equipos refrigerados por agua individuales o múltiples.

En el pasado, la refrigeración industrial dependía fundamentalmente de dos sistemas: enfriadores estándar con compresores de refrigerante y torres de refrigeración. Los enfriadores regulan las temperaturas de los procesos, pero consumen bastante energía. Las torres de refrigeración son más eficientes desde el punto de vista energético, pero presentan diversos inconvenientes ambientales, como la necesidad de tratamiento del agua, riesgo de legionela y limitaciones del rendimiento debido a la temperatura de bulbo húmedo ambiental. Los TDV ofrecen una avanzada solución que optimiza el rendimiento y tiene en cuenta el impacto ambiental.

Bulbo seco y húmedo

  • Temperatura de bulbo seco: Se refiere a la temperatura ambiente del aire medida sin tener en cuenta la humedad. Indica la temperatura real en el ambiente.
  • Temperatura de bulbo húmedo: Se obtiene al permitir que el agua entre en contacto con el aire, e indica el enfriamiento evaporativo. A medida que el agua se evapora, elimina el calor del aire, lo que da lugar a un descenso de la temperatura. La temperatura de bulbo húmedo es inversamente proporcional a la humedad del aire.

Con los refrigeradores de fluido TDV en funcionamiento, el sistema adiabático aprovecha los principios físicos del bulbo húmedo. Cuando se activa, el agua de los procesos suministrada por la unidad TDV permanece constantemente más fría (en varios grados) que el aire ambiente circundante.